Asbesto

El asbesto (o amianto) es un mineral fibroso que fue ampliamente utilizado en la construcción y la industria por sus propiedades de resistencia al calor, al fuego y a la corrosión. Sin embargo, su potencial peligro para la salud radica en las fibras microscópicas que se pueden liberar al aire cuando los materiales que lo contienen se deterioran, se cortan, se lijan, se perforan o se manipulan de cualquier otra forma.

Potencial peligro del asbesto en los techos:

Los techos de asbesto, comúnmente conocidos como «fibrocemento» o «eternit», son una de las fuentes más frecuentes de exposición en edificios antiguos. El peligro potencial surge principalmente cuando:


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Potencial peligro del asbesto en los techos:

El asbesto (o amianto) es un mineral fibroso que fue ampliamente utilizado en la construcción y la industria por sus propiedades de resistencia al calor, al fuego y a la corrosión. Sin embargo, su potencial peligro para la salud radica en las fibras microscópicas que se pueden liberar al aire cuando los materiales que lo contienen se deterioran, se cortan, se lijan, se perforan o se manipulan de cualquier otra forma.

Deterioro natural:

Con el tiempo, la intemperie (lluvia, sol, viento, heladas) puede erosionar las placas de asbesto, haciendo que liberen fibras al ambiente.

Daño físico:

Golpes, roturas, perforaciones, cortes o la remoción inadecuada del techo pueden liberar grandes cantidades de fibras al aire.

Manipulación no profesional:

Intentar limpiar, pintar, lijar o reparar un techo de asbesto sin las medidas de seguridad adecuadas puede dispersar las fibras peligrosas.

Trabajos de demolición o remodelación: Durante la demolición de una estructura con techos de asbesto, o al realizar remodelaciones que impliquen su alteración, se produce la mayor liberación de fibras si no se siguen protocolos estrictos.


¿Cómo perjudica la salud la exposición al asbesto?

Las fibras de asbesto son tan pequeñas que, al ser inhaladas, pueden penetrar profundamente en los pulmones y el sistema respiratorio. Una vez dentro del cuerpo, son muy difíciles de eliminar y pueden permanecer allí durante décadas, causando daño celular, inflamación y cicatrización.

La exposición al asbesto está asociada a varias enfermedades graves, que suelen manifestarse mucho tiempo (incluso 20 a 40 años) después de la exposición inicial. Las principales son:

Asbestosis:

Es una enfermedad pulmonar crónica y progresiva causada por la inhalación de fibras de asbesto. Las fibras provocan la cicatrización (fibrosis) del tejido pulmonar, lo que dificulta la expansión y contracción normal de los pulmones. Esto lleva a una disminución de la capacidad respiratoria.

Mesotelioma:

Síntomas: Dolor en el pecho o abdomen, dificultad para respirar, tos persistente, pérdida de peso inexplicable, fatiga, hinchazón abdominal o facial. El pronóstico suele ser muy desfavorable.

Cáncer de pulmón:

La exposición al asbesto aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, especialmente en personas que también fuman. El riesgo es sinérgico, es decir, el tabaquismo y la exposición al asbesto multiplican el riesgo de forma mucho mayor que la suma de sus riesgos individuales.

Síntomas: Tos persistente que empeora, dolor en el pecho, falta de aire, silbidos al respirar, pérdida de peso, fatiga, sangre en la flema.

Placas pleurales y engrosamiento pleural difuso:

Son cicatrices y engrosamientos en la pleura (membrana que rodea los pulmones). Aunque no son cancerosas, son un indicador de exposición al asbesto y pueden causar dificultad para respirar en casos severos. Además, su presencia aumenta el riesgo de desarrollar mesotelioma o cáncer de pulmón en el futuro.


Factores que influyen en el riesgo:

Dosis:

La cantidad de asbesto a la que una persona ha estado expuesta.

Duración:

El tiempo que la exposición ha durado.

Tipo de asbesto:

Algunos tipos de asbesto (anfíboles como la crocidolita) se consideran más peligrosos que otros (crisotilo), aunque todos son carcinogénicos.

Tamaño y forma de las fibras:

Las fibras más pequeñas y rectas pueden penetrar más profundamente en los pulmones.

Factores individuales:

Fumar aumenta drásticamente el riesgo de cáncer de pulmón en personas expuestas al asbesto.


Por todo esto, es fundamental manejar los materiales con asbesto con extrema precaución y siempre por parte de profesionales capacitados, para evitar la liberación de estas peligrosas fibras al ambiente.

En Chile, si bien el asbesto está prohibido en productos nuevos desde 2001, la presencia de techos y otros materiales con asbesto en edificaciones antiguas es una realidad. No existe una ley general que obligue al retiro inmediato de todo el asbesto existente en propiedades privadas, a menos que el material se encuentre en estado friable (desmenuzable y liberando fibras fácilmente) o que represente un riesgo inminente para la salud.

Sin embargo, sí hay una fuerte regulación sobre cómo se debe manipular y retirar el asbesto cuando se realizan trabajos de demolición, remodelación o mantenimiento que impliquen la alteración de materiales que lo contengan. El objetivo es evitar la liberación de fibras al ambiente, que son las causantes de enfermedades graves como la asbestosis y el mesotelioma.

¿Se deben quitar los techos de asbesto?

Si el techo de asbesto se encuentra en buen estado, sin daños, grietas o roturas, y no se va a manipular, no es obligatorio retirarlo de inmediato. La recomendación general es no tocarlo si está en buenas condiciones. Sin embargo, se debe monitorear su estado regularmente.


«Si el techo está deteriorado, roto, o se planea realizar trabajos que impliquen su manipulación (como reparaciones, perforaciones, cortes o demoliciones), sí es fundamental y obligatorio retirarlo de forma segura. La manipulación de asbesto friable o que puede liberar fibras es un riesgo grave para la salud.»


Programas de retiro: El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) ha establecido planes piloto para el retiro de asbesto en techumbres de condominios sociales en algunas regiones, lo que indica una preocupación gubernamental por el tema y la posibilidad de que, en el futuro, se amplíen estas iniciativas o se establezcan medidas más proactivas. También se pueden aplicar subsidios para el retiro en algunos casos.

¿Dónde deben ser enviados los residuos de asbesto en Chile?

El manejo y la disposición final de los residuos de asbesto en Chile están estrictamente regulados, ya que se consideran residuos peligrosos.

Contratar una empresa especializada:

Es crucial contratar a una empresa autorizada y con experiencia en el manejo de asbesto. Estas empresas cuentan con el personal capacitado, el equipo de protección personal adecuado y los procedimientos para realizar la remoción de forma segura, minimizando la exposición a las fibras.

Transporte:

El transporte de los residuos de asbesto debe ser realizado por empresas autorizadas para el transporte de residuos peligrosos, cumpliendo con las normativas específicas (como el Decreto Supremo N°148/2003 del Ministerio de Salud, que aprueba el Reglamento Sanitario sobre Manejo de Residuos Peligrosos).

Plan de trabajo:

La empresa debe elaborar un «Plan de Trabajo con Materiales que Contienen Asbesto (MCA)» que debe ser presentado a la Seremi de Salud correspondiente para su aprobación. Este plan detalla los procedimientos de seguridad, el encapsulamiento de los materiales, el embalaje, el transporte y la disposición final.

Embalaje y etiquetado:

Los materiales con asbesto retirados deben ser cuidadosamente envueltos en plástico de al menos 80 µm de espesor (u otro material de igual o mejor calidad) y ser debidamente etiquetados con la leyenda «MATERIAL CON ASBESTO CEMENTO» (o similar).

Disposición final en rellenos sanitarios autorizados:

Los residuos de asbesto deben ser enviados a rellenos sanitarios autorizados para la disposición final de residuos peligrosos. En Chile, existen empresas como Hidronor que ofrecen servicios de disposición segura de asbesto, que cuentan con las resoluciones sanitarias correspondientes. La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) también regula esta disposición.

En resumen, la clave es la gestión profesional y regulada de los materiales con asbesto para proteger la salud de las personas y el medio ambiente. Si sospechas tener asbesto en tu propiedad, lo más recomendable es buscar asesoramiento de expertos en la materia.